Ingredientes:

  • 1 kg. de bonito fresco
  • Pan rallado
  • Perejil
  • 2 dientes de ajo
  • Harina
  • 2 tomates maduros
  • 3 huevos
  • 2 cebollas
  • Canela (opcional)
  • Azúcar
  • Pimienta
  • 6 pimientos de piquillo
  • 1 pimiento rojo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • 1 vaso de vino blanco

Preparación:

Desmigamos el bonito y lo mezclamos con el pan rallado y con dos huevos crudos. Lo removemos bien. El pan rallado lo echamos a ojo para que queden las albóndigas apelmazadas. Picamos el ajo muy bien y se lo añadimos a la mezcla, echamos un poquito de sal y removemos.

Pelamos y picamos la cebolla. (Dicen que un truco para que no llores al partirla es ponerte una vela encendida cerca). Pelamos los tomates y los troceamos y, además, limpiamos y picamos los pimientos. Reservamos para el sofrito.

Hacemos la forma de las albóndigas y las enharinamos.

Ponemos en una olla a calentar aceite y le añadimos la cebolla bien picadita, cuando esté transparente incorporamos los pimientos y tomates. Echamos sal y el vaso de vino. Aquí es donde le podemos poner un toque de canela, un poquito de azúcar y espolvoreamos pimienta.

Mientras, ponemos a cocer un huevo: hervimos agua y una vez que hierve dejamos el huevo dentro 10 minutos más.

Por otro lado, en nuestra olla, cuando haya reducido el vino, lo batimos todo con una batidora. Lo volvemos a incorporar a la olla y freímos en esa salsa las albóndigas hasta que estén hechas, unos 10 – 15 minutos. Si vemos que nos ha quedado poca salsa, freímos las albóndigas en una sartén y luego las incorporamos a la salsa y damos un ligero hervor.

Presentación: picamos el huevo duro y lo espolvoreamos por encima de las albóndigas y lo mismo hacemos con el perejil.