Ingredientes:

  • Pimientos del piquillo (mínimo 2 por persona)
  • Bacalao (si está congelado, lo descongelamos). Puede ser: congelado, desmigado, fresco...
  • 2 Cebollas grandes
  • Pimienta
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Ajo
  • Queso rallado
  • 1 bote de tomate natural triturado
  • Vino blanco (medio vaso)


Elaboración:

Preparamos el bacalao, que quede bien sin espinas y sin piel. Y lo podemos hacer de varias formas: si está en rodajas lo cortamos y directamente se fríe o primero se puede hacer un poco a la plancha (ponemos un poco de aceite oliva virgen extra y lo añadimos sin salpimentar) y después lo desmenuzamos y reservamos.

El resultado es siempre el mismo: desmenuzarlo y reservarlo.

Pelamos y cortamos una de las cebollas y la cortamos en juliana (en tiras).
 
En esa misma sartén rehogamos la cebolla cortada en juliana, mejor que quede enterita, agregamos entonces el bacalao desmenuzado y salpimentamos al gusto.

El pescado es mejor que quede jugoso así que no lo hagáis mucho.

Dejamos enfriar, y rellenamos los pimientos.

Precalentamos el horno a 180 grados.

 

Salsa de tomate:

Pelamos y picamos otra cebolla.

Calentamos un chorro de aceite de oliva virgen extra en la sartén y vamos a seguir este orden: doramos los ajos, pochamos la cebolla (picada), añadimos el tomate, el medio vaso de vino y la pimienta.


Dejamos hervir unos 10 minutos aproximadamente. Trituramos la mezcla.


Colocamos los pimientos rellenos en una fuente de horno y vertemos la salsa de tomate por encima, ponemos queso rallado y los introducimos al horno a 180ºC, durante 15 minutos (con calor arriba y abajo) para terminar su preparación.

 

Listo para servir.